Última actualización septiembre 12th, 2022
Es muy común encontrar problemas de cal en el hogar. Los síntomas son muchos: piel tirante, manchas blancas en el cristal y la vajilla, electrodomésticos que se descalcifican o incluso se estropean, tuberías obstruidas e incluso fugas. ¿La solución? Instala un descalcificador de agua. Una visión general del ahorro que puede suponer este accesorio.
¿Qué es un descalcificador?
Los descalcificadores funcionan con dos tipos de tecnología:
un sistema de resina captura los iones de calcio y magnesio: el exceso de minerales se elimina del agua;
un sistema de CO2: disuelve los iones de calcio y magnesio.
Sea cual sea la tecnología que elijas, tu agua saldrá libre de cal.
Descalcificador de agua: ahorro a todos los niveles
Si tu agua tiene un exceso de cal, se deposita en el sistema de tuberías. Como resultado, daña el sistema de calefacción central. Al depositarse en las paredes de las tuberías, el caudal de agua se reduce y la calefacción es mucho menos eficaz. Como resultado, la factura energética puede ser muy elevada.
Los depósitos de cal en lavabos, fregaderos y duchas dejan marcas blancas. A la larga, este exceso de cal daña tus instalaciones sanitarias. Y lo que es peor: pueden provocar fugas. Un ablandador de agua mejora la durabilidad de las instalaciones sanitarias, manteniéndolas en buen estado de funcionamiento durante más tiempo.
Entonces, ¿estás preparado para ahorrar dinero y hacer lo correcto por el medio ambiente instalando un descalcificador?
Ablandador de agua: una solución ecológica, un gesto para el planeta
Un descalcificador evita los depósitos de cal en tus aparatos. Como resultado, tienes menos averías, las cambias con mucha menos frecuencia y generas menos residuos.
¿Sabías que el agua más blanda (menos cal) requiere menos detergente y, por tanto, permite reducir la contaminación química?
El descalcificador también interviene en la proliferación de bacterias favorecidas por un entorno corroído y escamado.